sobre tendencias y afluentes
“[…] y yo, viril destello de la humana verdad”.
(A Julia de Burgos)
mis calles llevarán tu nombre
y las escuelas
y algunas plazas
tu apellido falso se prenderá
de babas oficiales
colgará
atolondrado
de verborrea distinguida y honorable
pero todo será
un curioso malentendido
tendrías que haber dicho viril
porque el lenguaje no daba para más
—imposible confinar
en cinco letras
tu fuerza—
y aquel río plácido y furioso
amante y confidente
resguardado y beatificado
por los agentes oficiales del folclor
no habría sido más
que discurso prestado
criollismo à la mode
para discurrir
fluidamente y entre vozarrones
sobre tus demonios
sumergidos
que aprendieron a nadar.
sobre la manufactura del odio vale más este sentimiento de paz una mañana de eclipse la mano abierta amistosa y tendida después de la descarga satélites de por medio la palabra henchida
de aparente transparencia la carcajada simple el mismo cuento repetido de achaques de mi madre
y amores de tu abuela, hablar de mis resultados de laboratorio
y pronunciar el consabido
nos vemos después
que el obligarme a mí misma al desprecio y a la aversión forzada acá
en las entrañas en los pliegues de un cerebro hiperactivo
empeñado en nostalgiar
vale más descubrir así que el peor dolor no
es el de la distancia
inminente y tampoco el del
abandono
irreparable sino
el del veneno
manufacturado en casa desde este cuerpo que te amó vale más
vale
quiero escribir sobre esto
en manila
se engendran niños
que toman siestas
corretean
pronuncian su primera palabra
lavan su ropa y la cuelgan
se masturban por primera vez
se enamoran
compran jabón
y lo usan
comen sus merienditas
marchan a la escuela y regresan
sobreviven calenturas
cuelgan dibujos de su familia
se toman fotos
venden productos avon
y crían gallinas que no van a dar a ritos
pintan rejas coloridas
pulen cunas de segunda mano
esperan con emoción al marido
y a la mujer
aprenden a correr bicicleta
peinan muñecas
pintan las uñas
huelen
el espesor de un guiso con leche de coco
y sueñan
sueñan
sueñan
colorean el dibujo de su casa
que se parece mucho a un panteón
porque es un panteón
y su vecindad se enfila sin más letras
que aquellas grabadas en las lápidas
y la muerte
nunca
nunca
nunca
estuvo tan cerca y tan amiga
y el frío
nunca
nunca
nunca
fue menos sinécdoque
de morir
y jamás nadie
fuera de manila
entendió tan bien
el continuum
la amistad
entre los eros y los tánatos
porque en manila
se duerme
se tararea
se hace el amor
se sueña
se sueña
se sueña
sobre sepulcros
quiero escribir sobre esto
pero
en este peñasco de zombis
nadie
nadie
nadie
me lo creerá.
Carmen R. Marín ha publicado el poemario Salvahuidas (Erizo Editorial, 2013) y el libro de microtextos Cosmogonías y otras sales (Editorial Corpus, 2014). fue colaboradora de la revista CRUCE (Universidad Metropolitana de Puerto Rico) y coordinadora de publicaciones no seriadas de la Oficina de Publicaciones y Grabaciones del Instituto de Cultura Puertorriqueña. ganó el premio del Certamen de Poesía José Gautier Benítez en el 2012 y fue una de las autoras puertorriqueñas invitadas a la edición de 2014 del Festival de la Palabra en San Juan, Puerto Rico. actualmente es maestra de escuela, profesora universitaria y correctora.
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