Hay una foto de mi padre vestido en uniforme
rodeado de blanco su cuerpo rígido conjura
lo invisible que se mete en los huesos
Su sonrisa es un imán, en cualquier momento
se derrite la nieve y la guerra se termina
Su sonrisa es un imán
quiero sostenerlo
en mis manos para siempre
quiero quemarme las manos con su foto
(Después de la guerra mi padre se dejó el bigote
y todo se le complicó)
Huérfano desde los cinco, mi padre siempre supo
ser el centro de atención, posar detrás del lente
modular muy bien la voz... ser la víctima inocente
de un don devastador
Su sonrisa es un imán
En la escuela las maestras preguntaban por él
las maestras, jóvenes y risueñas
nos buscaban a mí o a mi hermana
(para confirmar una vez más)
que mi padre ya no era el esposo de mi madre
que dormía y comía en otra casa, y que sí
que era posible que el próximo viernes fuera él
y no mi abuela quien viniera a buscarnos a la escuela
Las maestras se reían después de sus preguntas
nosotras las mirábamos, entre la vergüenza
y la compasión
Era como si quisieran cuidar a mi papá
A mi hermana y a mí siempre nos pareció muy extraño
aquel inusitado instinto maternal.
Margarita Pintado ha publicado los poemarios Ficción de venado (2012) y Una muchacha que se parece a mí (2016), ganador éste del premio otorgado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Es también co-autora, junto al legendario poeta cubano Lorenzo García Vega, de la "novela bloguera" Ping-Pong Zuihitsu (2010-2011). Su tercer libro, aún inédito, se titula SobreAnimal. Margarita enseña lengua y literatura en Point Loma Nazarene University, en San Diego, California. Allí vive junto a su esposo y dos hijos. Es editora de distrópika.com
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