*Los siguientes poemas pertenecen al libro LAS HORAS EXTRAS, de próxima publicación con La Impresora.
UN FÓSFORO HÚMEDO QUE NO PRENDE
1.
Un fósforo húmedo que no prende
me cuenta su historia.
Alguna vez fue un árbol.
Tuvo una familia.
Luego no supo qué pasó
pero encogió
y marcharon para siempre las hojas.
A veces solo quería incendiarse
como un poema mal traducido.
2.
Hoy me duelen mucho
las cosas pequeñas.
La mariposa cargada por las hormigas
como en un ataúd,
el fósforo húmedo,
la rata que muere ahogada
en el recolector de agua de lluvia.
Soy una cosa pequeña que duele.
3.
El animal vertebrado más viejo del mundo
es un tiburón.
El invertebrado más viejo, una almeja.
Ambos nacieron
cuando moría Cristóbal Colón
y aún no habían levantado estatuas en su nombre.
Hay insectos de cincuenta años
y esponjas de once mil
que no tienen monumentos de piedra.
Estatuas de piedra para el hombre
y de palabras para los animales.
VARIANTES NEANDERTALES
Una prueba genética me devela
mis variantes neandertales.
No descarto posesiones
rara vez usadas,
como la mujer que encontró
aquella vez un caracol
que no contenía el mar
y lo llevó hasta su tumba.
Tengo pocas probabilidades
de tener miedo a las alturas
pues una vez un abuelo lejano
cruzó acantilados por demasiado tiempo.
Se quedó sin comida y durmió
encima de rocas que aún olían a lava.
Siempre he preferido saltar a correr,
pues una vez el fuego
no dejó otra alternativa.
Los pies se volvieron carbones
a los que nunca les faltaría el arco.
Escojo lo salado por lo dulce:
una vez no hubo frutas
en el camino y todo lo curaba la sal.
CUANDO LEVANTARON LAS RESTRICCIONES
Cuando levantaron las restricciones
fuimos a un mangle.
Las copas de los árboles
nunca habían estado
tan llenas de pelícanos.
Yo era como un pez
que no reconoce
la forma del anzuelo.
Mi corazón latía rápido
debajo del agua,
bomba abandonada
por la Marina en otra época.
La primera vez
tuvimos la sincronía del reloj.
Nos detuvimos
a retratar la alfombra
de flores de pomarrosa
de camino a Arecibo.
Debajo de una palmera
y sentados en el alero
de aquel edificio en ruinas
cerca de Playa Obispo,
nos besamos.
Dos luciérnagas escupieron leche
a mitad de la noche.
Con machete y garabato,
debajo de un árbol de mangó,
separamos nuestro camino
para que nadie supiera
—nosotros mismos—
cuántas colillas
habíamos dejado en la tierra.
Mara Pastor es poeta, editora y profesora universitaria. Es autora de varios libros, entre ellos: Poemas para fomentar el turismo (Neutrinos, 2015), Arcadian Boutique (UNAM, 2014), Falsa heladería (Aguadulce Ediciones, 2018), así como de los poemarios bilingües Children of Another Hour (Argos Books, 2014), traducido por Noel Black, As Though the Wound Heard (Cardboard House Press, 2017), traducido por María José Giménez. Su último libro, Deuda Natal (AZ Press, 2021), traducido por Giménez en colaboración con Anna Rosenwong, fue merecedor del Premio Ambroggio 2020 (The Academy of American Poets). Sus poemas recientes han sido incluidos en las revistas Latin American Literature,World Literature Today, The Common, Círculo de poesía, Río Grande Review, Periódico de poesía y Gatopardo. Como editora, hizo la selección y el prólogo de la antología A toda costa: narrativa puertorriqueña actual (Elefanta editorial, 2018). Actualmente, es líder académica del Programa de Bachillerato y Maestría en Escritura Creativa de la Universidad del Sagrado Corazón.
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