Ofrenda
así es como recuerdo haberlo visto
aunque horas después la misma noche
no encontré ya la foto ni la página:
un torso lampiño sin cabeza
los brazos y las piernas amputadas
afuera de un bar regiomontano
en el pecho infantil dos agujeros
donde habían incrustado sendos brazos
arrancados a un cuerpo más moreno
las manos abiertas hacia arriba
y en las palmas dos globos oculares
junto a una cartulina: YA LLEGAMOS
[de Sánafabich]
Snowflake
hablamos esta lengua para reconocernos
aunque nunca nos hayamos visto
a veces de tú casi siempre de usted
abrazos y ahí nos vemos en vez de presentarnos
hablamos del clima la comida
las ardillas obesas los perros con bufanda
las palmeras de plástico
lo caro que está todo
pero nunca de ti
hablamos de puertas entreabiertas
en las cocinas de los restaurantes
de yerbas que aquí no se consiguen
de atajos y aves migratorias
pero nunca de ti
¿para qué hablar de ti cuando podemos
preguntarnos de dónde y desde cuándo
y trazar en el aire coordenadas
de lugares que desaparecen?
no hablamos de ti cuando sospechas de nuestros murmullos al cruzar la avenida en supermercados y paradas de autobús y gritas speak english this ’merica furioso porque en nuestras risas y ademanes imaginas la salvaje letanía de una invasión no hablamos de ti cuando acordamos encontrarnos al salir del trabajo cómo está la familia cómo ves al pendejo presidente cuál de todos no te hagas ilusiones nunca hablamos de ti copo de nieve ni siquiera sabíamos que ahí estabas [de Sánafabich]
Rosa bengalí Pero fui delicado Gonzalo Rojas Hija de tigre, lasciva de fulgor en la ceguera escrita de quien sostuvo al mundo entre nudillos. Míralo: casi un feto al pie de la escalera. Hija del amarillo respirar, la ensoñación putita, digamos, que aparece por costumbre a las seis, como una sombra que aún hiedra las paredes de Querétaro. Hija de la grandísima amargura, fiera sinuosa que encharca en las mejillas la sangre de febrero, la aciaga cabellera, los pasos que me siguen desde entonces. ¿Por qué no diste vuelta en otra plaza, cambiaste de andador sin respirarme, siendo tan ancho el gris de la avenida? Fácil hubiera sido y nunca, nunca esotro. Hija de ti, incestuosa, morada en que reincide la carne porque es fértil su espejismo. ¿Es que no abriste en Inverness tus lábiles peciolos? ¿Nadie admiró incendiarse tus palpos mojigatos en un frío suburbio de Wisconsin? Fácil y nunca hubiera. Mas andé tu andador y me arrepiento de tan blandos relojes, de ahora recordarte
entre los folios del argentino homero. Hija de la barroca circunstancia: vuelve a tu esfera púrpura, arrójate sin fe al decimonono escalón, entra en la grieta lúgubre y, chao, saludos al invierno, digamos, nunca vuelvas, que sólo un tigre ciego ha de extrañarte.
[de Drâstel]
Deadline mándame lo que tengas pero ya como lo tengas muéstrame tus apuntes tus aportes al canon las perlas de tu ingenio me muero por leerte por darte referencias para fortalecer tu marco teórico me muero por enviarte comentarios en track changes mándame lo que tengas pero ya como lo tengas no hay de qué avergonzarse síndrome de impostor tenemos todos debes comenzar por algún lado y saber terminar lo que comienzas de nada sirve tener ideas fantásticas si no les das salida mon semblable mon frère
a propósito si estabas en terapia deberías estar escribiendo si estabas masturbándote deberías estar escribiendo si estabas suicidándote deberías estar escribiendo mándame lo que tengas pero ya como lo tengas el bloqueo de escritor no dura tantos años lo digo por tu bien si no recibo al menos un capítulo para este domingo a medianoche no vuelvas a buscarme olvídate que fui parte del comité no vuelvas a pedir cartas urgentes que te firme no sé qué para la visa de mí ya no tendrás una extensión mándame lo que tengas pero ya como lo tengas
para Juan Manuel Portillo [de Imagenigma, inédito]
De una vez
Que nos invadan, por favor. Nos merecemos que nos invadan, la verdad. Modelo venezolana pide que nos invadan para tener hijos gringos.
Fuerzas intervencionistas: es momento de que nos invadan, todos estamos crudos.
No, causa, ¿sabes qué? Quiero que nos invadan.
Que nos invadan las arañas.
Ojalá que nos invadan, puto país de débiles.
Hubiese sido mejor que nos invadieran los ingleses, la sangre española no es buena. Que nos invadan los marcianos, nos degüellen y nos coman, seguro es menos doloroso
Es mejor que te invadan chilenos o brasileños a que te mate un milico argentino.
Es que, macho, con estos políticos casi mejor que nos invadan los reptilianos.
Nos merecemos que nos invadan los Teletubbies.
Hay que expulsar a los ilegales antes de que nos invadan. Tengo una obsesión con los zombis y ojalá que nos invadan algún día. Que nos invadan los vulgarismos es una aberración que el castellano pagará caro. No queremos que vuelvan a invadirnos el parque esos pandilleros sudamericanos. ¿Y que nos invadan los gringos es bueno o malo? Que nos invadan. ¡No joda! Los turistas nos visitan, los inmigrantes nos invaden.
Aprovechemos la inteligencia artificial sin que nos invadan los robots. El día que nos invadan los marroquíes, les repeleremos con palos, hachas y azadas. Vista así, la idea de que nos invadan no resulta tan perversa. No hay síntomas de que nos invadan los fantasmas.
Que nos invadan, pero no por Gibraltar.
Caracoles africanos gigantes nos invaden.
Mejor que nos invadan los rusos antes que los árabes.
Necesitamos que nos invadan porque ya hay una invasión de maricas que da miedo.
Tienes que ver estas películas de extraterrestres antes de que nos invadan.
Que nos invadan y al carajo con las exquisiteces intelectualoides.
No vamos a permitir que nos invadan los Oxxos.
Ojalá que nos invadan las francesas.
Hay un miedo irracional a que nos invadan los inmigrantes.
Se presentan como la salvación de Europa, pero dejan que nos invadan los argelinos.
Merecemos que nos invadan, nos esclavicen y nos vejen los países desarrollados.
Que nos invada Alemania, que al menos tiene buena cerveza.
Y si nos invaden ¿los matamos?
Mucho mejor a que nos invadan los yanquis.
Es mejor que nos invadan, nos violen, nos roben y nos maten.
Quieren que nos invadan los saharianos y subsaharianos, moros y negros.
Que nos invadan, saquen a esos fachos chupapijas y entreguemos el país con aplausos
En noviembre habrá elecciones a menos que nos invadan.
¡Que nos invada quien sea pero que ponga orden!
Ay, marica, ojalá que nos invadan justo después de abril.
Nos invaden, nos quitan las becas, transmiten enfermedades.
Será mejor que nos invadan los musulmanes porque esos sí tienen niños en cantidad.
Que nos invadan para que las peruchas se pongan las pilas y los hombres gocemos.
Yo digo que mejor que nos invadan los alienígenas y nos extingan.
Que nos invadan los uruguayos pls.
Mira, mejor, que nos invadan los monos aulladores. Casi mejor que nos invadan los moros y recuperen Al-Andalus Que nos invadan los extraterrestres y nos sacrifiquen lenta y dolorosamente. Matan gente peruana y no pasa nada, mejor que nos invadan los chilenos de una vez. Ojalá que nos invadieran los judíos, así al menos tendríamos un buen nivel. La neta es mejor que nos invadan los venusinos, esos cabrones sí saben.
Merecemos que nos invada cualquier país africano.
Espero que nos invadan los chinos y les impongan las penas que se merecen.
Ojalá que nos invadan, le ruego a Dios con desesperación por esa soñada invasión.
Mejor que nos invadan y nos administren durante 10 años para no tener que sufrir 40
Creo que sería mejor que nos invadieran otros seres interdimensionales.
Ay cómo crees que nos van a invadir si están re pendejos.
para Ara Shirinyan [de Imagenigma, inédito]
Román Luján (Monclova, México; 1975). Ha publicado Instrucciones para hacerse el valiente; Aspa Viento (en colaboración con Jordi Boldó); Deshuesadero; Drâstel; Nigredo y Sánafabich. Con Luis Alberto Arellano editó El país del ruido: 9 poetas mexicanos/Le pays sonore: 9 poètes mexicains. Con Jen Hofer y Tupac Cruz tradujo al inglés Palabras ajenas (The Words of Others) de León Ferrari. Obtuvo los premios nacionales de poesía Abigael Bohórquez, Francisco Cervantes y Amado Nervo. Ha traducido al español los libros Alternarse (Switching) de Juliana Spahr, En lugar de un animal (Instead of an Animal) de Leslie Scalapino y ¿Dónde sientes? (Where Do You Feel?) de Donato Mancini. Reside en Berkeley, California.
Comments