Vértigo*
Para ella, que camina sin temer por lo subterráneo,
bailar cerca de las nubes es un peligro. Desencajan el
orden que flota dentro de su cabeza. Las alturas
torturan. Un pestañeo mal puesto lanzaría su cuerpo
cuesta abajo, rompiéndolo en pedazos.
Agridulce es la vista desde la cima. Playas galácticas.
Casitas de juguete detrás de árboles disfrazados de
brócolis. Líneas, brillo, montones de puntitos. Allá
ustedes si piensan que hay que acercarnos al cielo, le
vocea al paisaje a vuelta redonda. Esa mentira no es
para mí.
Poco desea coleccionar plumas parejeras o abrirle la
boca al vértigo. Lo que verdaderamente busca es
acorazarse en la tierra. Necesita el calor del fuego, el
fango, las yerbas. Volar, no. Demasiado vuelo hay en
su mente.
* Segunda versión, 2023
Sin el título
Si hay que salir de nuevo
que sea cantando
con otra voz
quitarme las manos de las manos
salir de mis propios brazos
desencajar los pies
las caderas
sacudiéndome
si hay que irse de mí misma
salvar la vista de mis ojos
que sea un lunes bien temprano
sola en esta sala entre las plantas
que sean ellas las testigos
de la carnicería a cuestas
Foto de la autora, titulada "Basic Knowledge: Dignity, Justice and Peace
Pon tu cabeza aquí
Sobre esta piedra me enfrento al mar de cárceles
hombres
huesos
polvo
para que tus raíces cuenten
lo que ellos ocultan
aquí las suelto
mira cómo se trepan
unos encima de otros
pisoteando el ardor
mutilando lenguas
en nombre de la paz
pon tu cabeza aquí
escucha los latidos
ellos queman los sembradíos
hacen del agua una carnada
mira cómo estas manos
hunden el veneno bajo las olas
para que los nuestros descansen
si tú ofreces el tiempo
yo te daré el soplo
deja que tus raíces viajen con los pájaros
y le pinten los labios al viento que nos hila
lo que alguna vez pesó sobre tu espalda
se disolverá entre los muertos vivos
escucha tu pulso loslatidos
cantémosle al desarraigo
toma este puñado de sueños y cenizas
riégalo por la tierra
la voz saldrá
de veras
2023
Diosa sol, vístenos despacio, como casi dice el refrán…
porque vamos a dos mil veintitrés años luz
y solo te hemos traído ramitos de flores tétricas
– pupilas vendadas con luto y terciopelo –
para dejarnos caer en el jamás.
Yarisa Colón Torres nace en Puerto Rico, y se muda con su familia a Queens, Nueva York en 1991. Por más de dos décadas ha publicaso su poesía de manera independiente. También ha organizado talleres de libros artesanales y ha colaborado en múltiples proyectos artísticos que giran en torno a la palabra escrita. Entre sus publicaciones recientes se encuentran Enredadera y colmillo (Edición revisada, 2019) y la edición limitada de Viento Abajo (2022), hecho junto a Sofía del Mar Collins, Yolanda Velázquez y Miguel Ángel Rivera. En el 2003, regresa a Puerto Rico. Años después, vuelve a Nueva York. Actualmente, se desempeña como instructora adjunta en Bronx Community College, CUNY.
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